lunes, 30 de julio de 2007

Conspiración Valeria

Recomendado excelente!

Yo solo me preguntaba ¿Por qué? ¿Por qué todos contra mi? Parecía haber una confabulación donde todos inventaban frases y parafraseos, parecía arena en mis ojos y yo sin poder reaccionar.
Todos actuaban de manera muy extraña, gente hablando por celulares, camionetas con vidrios espejados o polarizados, de pronto un embotellamiento, que no seria extraño si no estuviéramos en Valeria del mar. Fue en ese momento donde mis sospechas estallaron mi paranoia, momento donde esas sospechas lograron salvar mi vida y la gracia del mundo.
Todo quieto y extraño, misterioso, y yo, me dirigía lentamente a mi destino, no sabia indudablemente que estaba pasando, pero que era extraño lo era. No lo supe hasta el momento pero ni mi paranoia fundada en los acontecimientos sospechosos que me rodeaban, esas camionetas 4x4 con vidrios a los que mi vista no podía ingresar para ver que sucedía, y esos hombres con gafas que se acercaban a mí. Intente huir pero un instante después fue todo negro en mi visión.
Este gran grupo planeaba una atrocidad, era un plan macabro y siniestro. Sin saberlo yo era el ultimo, ellos planeaban que me transforme en uno de ellos, sin duda debían conectarme a esa realidad que poco entendía y que no pretendía entender.
Sin duda querían sacar la fantasía que quedaba en el mundo.
El ultimo respiro, el respiro de ilusión, el último respiro de locura delirante y exquisita. Eso es lo que querían sacar, secar al mundo, ahogarlo de razón.
No podía permitirlo... pero ¿Cómo? Si el rapto salio a su gusto y seguido de un electro shock durmió mi cuerpo y mi mente por un largo rato.
Al despertar me encontraba aquí en esta maquina, denominada por estas insulsas personalidades como la maquina anti-delirios. Según esta persona gris que veía en frente, ella había funcionado con todos, y yo era el último. Era la esperanza, la ultima sonrisa en este valle de pinos, que miraban el mar y en el mundo.
Al escuchar el switch encender la maquina, empecé a repetir en mi mente: “No olvidar, siempre resistir” y luego a revivir todos mis delirios y todos los delirios de los demás, en especial los registrados en esos maravillosos libros espaciales y llenos de ese espíritu inquieto que motivaba el día a día. Y se ve que algo sucedió, porque una luz cegadora seguido de un estallido quebraron aun mas mis sentidos y las risas se empezaron a escuchar, se empezaron a escuchar cada vez mas fuertes, y mas fuertes, y a mi alrededor donde segundos antes era todo gris se lleno de colores y entre las risas y carcajadas decían: Nos salio todo al revés ahora la razón no existe… jajaja.


Fin.
Por Gonzalo Maldonad

Dedicado a Gabriela Guarino Ser espacial si las hay.

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